Ayer estábamos invitados a una fiesta en el Pabellón de Alemania, junto con la gente de Austria y Suiza. La verdad es que estuvo bien, un picoteo y cerveza y vino blanco a voluntad! jeje
La fiestecica en sí estuvo bien, pero lo mejor es que ¡pudimos visitar el pabellón!, uno de los que más éxito tiene y por lo tanto en los que siempre hay fila...de hecho ayer comprendí porqué siempre hay cola y es que la visita al pabellón se hace en unos barquicos que te llevan por un canal, y, mientras te relajas una voz te va contando la historia del agua. Y el resto del pabellón, pues una demostración de tecnología alemana aplicada al ahorro y cuidado del preciado líquido...el agua, no la cerveza!
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